Cierto, la vida se hace en momentos…


Blog escrito por: Laura de Lunne

Enero 1° 2013

TERCER ESCRITO:

Somos la única chispa de luz, con vida propia, avancemos sin temor,

Hasta mañana!


viernes, 29 de noviembre de 2013

PORQUÉ QUIERE UNO TENER HIJOS?




Porqué quiere uno tener hijos?
Pienso que uno cree que va a crear un ser parecido a uno mismo, alguien a quien querer y que nos va a dar un amor sin condiciones, puesto que nosotros lo quisimos en esta vida y consecuentemente lo engendramos.

 Me decía a mí misma, que al creer como creo, que existe una Fuerza Creadora, un Gran Espíritu que nos dio la oportunidad de la experiencia de la vida, que nos vitalizó con un soplo de energía de sí misma, de esa misma fuerza creadora, ¿Cuál puede haber sido su propósito?

 Digo que en su dimensión -por encontrar una palabra para decirlo-, quiso crear seres que lo amáramos como ELLO nos amó y ama puesto que nos ha creado y sostiene nuestro universo.

Nadie va a crear algo que le dañe o  alguien que no le quiera…

Además al dar vida a nuestros hijos tenemos la ilusión de pensar en qué es, lo que ese hijo nuestro va a ser “de grande”, estamos ya enorgulleciéndonos de lo que va a aportar al mundo; sí, también hay quienes crecen formados en la idea de cómo explotar a los demás, es la dualidad de este mundo imperfecto, en el que estamos de paso…   seguro que a ellos se les olvida cual es la verdadera búsqueda en nuestra vida, se conforman con comprar “cosas” en lugar de explorar el universo de cosas, lo cual se puede lograr al descubrir nuestras potencialidades, al expandir nuestro espíritu, al darnos cuenta de nuestra condición divina y de que somos dueños de nuestro destino.

Ciertamente, estamos viviendo tiempos en que  recibimos la luz pura emanada de cierta región de nuestra galaxia (fotones desde Alción), la cual podemos tomar para purificar y acrecentar nuestro ADN hasta el total de filamentos con los que originalmente hemos sido creados, no solo los dos filamentos de nuestro actual ADN que nos dejaron conservar los que nos manipularon genéticamente y que ha llegado el fin de esa nefasta acción, porque el universo nos envía la energía luminosa para ello a través de la luz pura, de los fotones que llegan desde Alción.  


Recuperemos nuestra herencia, nuestro ADN completo, ¿Cómo?  Yo sé  y creo que, empezando por querer hacerlo y  el camino para lograrlo se presentará ante nosotros. 

jueves, 28 de noviembre de 2013

LAS COMIDAS TÍPICAS DE NAVIDAD ENTRE LA GENTE DE MI TIERRA

Tamales


De las comidas típicas de Navidad entre la gente de mi tierra, en el norte de México, recuerdo los tamales con café, el champurrado, los buñuelos,  las hojarascas. Los tamales de dulce de biznaga con pasas de uva; el atole  o champurrado de masa de maíz con canela y cocoa y los buñuelos con sabor a naranja…
Los días previos a la navidad era frecuente que llamaran a la puerta de casa y  llegara alguna vecina con tamales porque ese día los había preparado  para su familia  y hacían tantos que compartían con sus vecinos.
La comida típica era la fritada de cabrito, que se preparaba en el patio de casa en donde en un espacio de tierra limpio (se le ponía una gran lámina encima cuando no se usaba) se colocaba un tripié de fierro que recibía el calor de leños de mezquite, sobre él se ponía un cazo de cobre en el cual se preparaba la fritada, generalmente por los hombres de la casa. Decía papá que darle vuelta al guisado en el cazo era pesado y que era más fácil para la fuerza de un hombre quien lo hacía con una especie de pala de madera  de un metro de largo que en su base tenía la forma de una cuchara cuadrada.
Hacer el dulce de biznaga o de calabaza para esos días era más difícil, sobre todo porque la biznaga debían traerla de Sierra Mojada o  de Santa Gertrudis en el Estado de Coahuila y su preparación implicaba cierto remojo en agua con algo de cal previo a su cocimiento de larga duración también hecho sobre fuego de mezquites y condimentado con anís.
Creo que lo que le dio buen sabor a mis recuerdos de la niñez fue la convivencia de la familia  con los amigos y vecinos, ellos eran realmente quienes alegraban aquellos días de armonía, del placer de saborear aquella comida que siendo sencilla nos nutría el alma y el cuerpo. Sobre todo porque no sentíamos el compromiso de gastar en los restaurantes; tampoco había necesidad de comprar regalos en las supertiendas o boutiques porque para esas fechas ya estaban elaborados los gorros tejidos con hilos de lana, las bufandas y las/los más hacendosas/os hacían incluso guantes, calcetines y lo más hermoso: Colchonetas rellenas de lana cardada, para regalos de nuestros seres queridos.
No obstante, previo a la Navidad íbamos dándole forma a un deseo, a la ilusión de recibir un regalo, esperábamos la navidad y soñábamos; como fue el caso de Alejandrina una chica ayudante de cocina, quien un 25 de diciembre fue muy contenta a comentarme a casa que había encontrado en la calle un billete de 500 pesos, (equivalente a lo que ahora se puede decir 2000 pesos mexicanos) y que al menos durante ese día soñó con las cosas que iba a comprar y a hacer con su pequeño  tesoro.  No fue el único, al menos supimos de dos personas más, Don Fulgencio quien era albañil y Paco, un chico que llevaba las tortillas a domicilio.
 Así durante varios años, por navidad, en las márgenes de los pueblos de esa región, ya sea en un pueblo  o en otro, alguien encontraba billetes el 25 de diciembre, hasta que un 25 de diciembre, seguro que ya no estuvo más en esta tierra ese benefactor que “perdía” billetes de alta denominación los días de navidad.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

CUANDO UNO BUSCA, ENCUENTRA

Camino a Sierra de la Huasteca en Nuevo León
México

Cuando uno busca, encuentra.
Es difícil borrar de mi mente todas las prohibiciones acerca de creer que si busco, con mi verdadero sentir en mi corazón, encuentro.
Son todos los años de mi vida, o casi todos en los que me han adoctrinado acerca de que “espere con resignación lo que Dios quiera” dando a entender que no pida aquello que necesito y/o quiero.
Es la manipulación de la verdad, la verdad a medias, porque sé que es cierto que dentro del Plan Divino o Destino hay un camino a recorrer, pero si yo no entro dentro de mí misma para saber cuáles son mis pensamientos y necesidades en este mismo momento, y los pido, no podré conocerme y por lo tanto no podría conocer acerca de mi camino a recorrer en este mundo de aprendizaje y trascendencia.
Es tan maravilloso vivir como ir a una nueva escuela o universidad, o a un nuevo trabajo o actividad, a conocer todo aquello que otros semejantes han creado y construido;  esos otros que se han adentrado en sí mismos para darse cuenta de tantas formas de entender el camino de la vida y lo han puesto por escrito, porque no todos pueden o podemos en ciertos momentos de vida (uno va teniendo más poder de hacer, a medida que crece en su Ser, a medida que trasciende) leer el pensamiento de otros o intuir por nosotros mismos el conocimiento.
Porque el conocimiento está en nuestro entorno, por lógica, si nos han creado y estamos en la experiencia de vida, también están las herramientas/conocimientos que necesitamos para vivir esa vida. Hay quienes escriben acerca de la manipulación genética que sufrimos los seres humanos, que nos han constreñido a vivir en la matrix privándonos de darnos cuenta y ejercer todo nuestro potencial de origen, dicha manipulación fue ejecutada por otros seres que nos sometieron para esclavizarnos para fines que les fueron personales, entre los cuales, además de del trabajo de fuerza física, destaca la manipulación de nuestros sentimientos, porque ellos aprovechan la energía que emana de nosotros por esa manipulación ya que esos seres, están capacitados para aprovecharla en sus vidas.
De ahí la creación (tv sobretodo) de las historias de terror o de llanto, porque al salir nuestros sentimientos “desbocados” esos seres aprovechan la energía fuertemente emanada por nosotros. Imaginemos que no exhalamos esa energía sin sentido, ¿Que pasaría? Que si fuéramos conscientes de ello y pudiéramos/quisiéramos controlar esa emanación sin sentido, ficticia, provocada (de nuestros sentimientos), podríamos utilizar nuestra energía para disfrutar de la felicidad de vivir, aprender y evolucionar.
Somos completos, somos divinos, dentro de nosotros está el conocimiento de lo que creamos. ¿Por qué utilizar el teléfono si tenemos pensamiento? Lo que hemos creado está dentro de nosotros, sino, ¿Cómo podríamos crearlo? Surge de nuestra intuición, en cierto momento alguien se da cuenta de “eso” de “algo” y busca una forma material para ese conocimiento, aunque podríamos solo activarlo dentro de nosotros mismos… Es tan invención nuestra como el uso de la dura y fría cuchara metálica para llevar la comida a la boca en vez de una hoja de alguna rica planta nutritiva o nuestros dedos limpios (algún tipo de comida que es posible) que además depositan a nuestro sistema biológico el hidrógeno que emana de nuestro cuerpo a través de una de sus terminales, los dedos.
Sí busco, pido y encuentro. Lo primero, el gusto por vivir, la felicidad de estar sin fardos a mi espalda cargando el mundo, sino la tranquila vista del camino que recorro maravillándome de cada brizna de lluvia que cae sobre mi rostro, respirando el aire fresco de algún parque y tomando una sencilla taza de atole de maíz con gorditas de harina con canela y queso.

sábado, 16 de noviembre de 2013

QUE TU MANO IZQUIERDA NO SEPA…



A veces sufrimos al no recibir algo de lo esperado, de eso que uno cree que debería recibir a cambio de lo que da.
¿Es ese sufrimiento un problema que ocasiona aquel a quien estamos dando y del cual queremos o esperamos recibir algo a cambio? O es que no hemos seguido la regla de oro que dice: “Que tu mano izquierda no sepa, lo que da tu mano derecha”
Recibimos diariamente aire, luz, un suelo sobre el cual caminar, el sonido de los pájaros. Acaso “ALGUIEN” nos dice: Te estoy dando una vida en este mundo, ¡Dame algo a cambio!
¿Quién es más feliz ante el acto de DAR? El que da, entrega parte de sí mismo, tiene abundancia de lo que da. Entrega aquello de más con lo cual ha sido bendecido/beneficiado. No me refiero a esa persona pobre de espíritu que da trapos viejos o muebles rotos, que seguro está dando lo que realmente tiene, me refiero a esa persona colmada de dones y bendiciones que comparte, que da, aquello que tiene de más y que al entregarlo, vacía su arca para que sea nuevamente llenada por EL SER, que todo lo da cuando te das cuenta que eres su creación, parte de él mismo y por tanto dueño y poseedor de todo lo que ese SER ha creado.
Tienes todo, solo date cuenta y pídelo, aunque creas en una u otra religión o camino; no se necesita de rituales, veladoras o inciensos, solo de tu silencio interior y un deseo ferviente de comunicarte con tu Creador, porque “Cuando rezas el cielo te escucha, cuando meditas tu escuchas al cielo” ¿Quién tiene más que decir?

jueves, 14 de noviembre de 2013

MIS AMIGOS




Estos días he tenido suerte, he hecho tres grandes amigos.
David, comimos juntos en una mesa de un Burger en una Plaza Céntrica de Monterrey y me dijo, a mí me gusta mucho la salsa cátsup con las papas fritas y a ti? Y su conversación fue una maravilla porque disfruté tanto de las papas con cátsup como pocas veces. Antes de irse, con su mamá y su hermanita me dijo ¿Puedo ir a tu casa a jugar contigo? Le dije que sí y le di mi dirección y agregó: Tienes hijos que tengan juguetes para jugar?
Días después en la Clínica de mi Universidad, mientras esperaba con esa resignada tranquilidad que precede a la consulta al Dentista, se sentó a un lado mío Clarissa y empezamos a platicar de su hermanito pequeño que frente a nosotros y a un lado de su mamá jugaba estirándose como preciosa melcocha; me comentó Clarissa que estaba guardando dinero y me mostró un marranito de plástico color rosa, agregando ¿Tienes dinero? Saqué unas monedas y se las mostré y me dijo, guárdalas para que juntes muchas y cuando ya hayas llenado el marranito, se las envíes a los niños que no tienen comida. Le pedí me dejara poner unas monedas en su marranito pero solo dejó que pusiera una, para que yo comprara primero el marranito y luego guardara las monedas. Acto seguido me preguntó si yo tenía hijos, le dije que sí, que tenía uno, entonces tomó dos monedas de su alcancía y me las dio y me dijo, dile a tu hijo que el también compre un marranito para que haga una alcancía y ponga la otra moneda adentro.
Cuando entré a mi consulta con la dentista, llevaba en la correa del bolso, pegada cuidadosamente alrededor de dicha correa, la etiqueta del refresco que ella estaba tomando; fue uno de esos momentos en que hay un resplandor en tu vida, quizás porque el universo te toma una foto en ese momento de felicidad sin pensamiento. Además me recordó el tiempo cuando mi hijo me pegaba las etiquetas de la fruta y que alguna vez en el aula dando clase me dijo un alumno, Maestra trae pegada al saco una etiqueta…
Y el tercer amigo es Juanito, ya grande pues acaba de cumplir 7 años… quien vino a casa con su mamá y su linda hermana y luego de comer helado y galletas, al irse me dijo, me caes muy bien, y se fue caminando para detenerse súbitamente y decir: más que bien.
Por algo ya Jesús de Nazaret nos decía: Dejen que los niños se acerquen a mí.

sábado, 2 de noviembre de 2013

… como piquete de mosquito!





La desesperanza nos asalta como piquete de mosquito… de repente, esto sucede cuando quieres ayudar a alguien señalándole un camino que ya conoces y has comprobado que es útil y adecuado para esa finalidad que ese “alguien” busca. Resulta que voy a la Carpintería y me dice Juanito quien es ayudante del Carpintero “tengo gripe”, así, sin más comentario y como respuesta a mi saludo. Es ese grito de ayuda que sale accionado por algo más que nuestra voluntad consciente.
Ante tal situación me ofrezco a hablar con un médico amigo para que lo consulte por teléfono (dice Juanito que no tiene tiempo de ir a su Consultorio Médico) y concertada la cita para que vía teléfono realice Juanito su consulta voy y le entrego en mano el  número telefónico del médico. Al día siguiente le llamo por teléfono y me dice, ayer iba a llamarle al Médico que usted me ha conseguido, pero al llegar a casa en la noche, vi que olvidé el número de teléfono en la carpintería…
Y ahora recuerdo que leí lo siguiente: “Cuando nos bloqueamos a nosotros mismos, somos los ladrones de nuestra propia vida, de nuestra energía vital”