Cierto, la vida se hace en momentos…


Blog escrito por: Laura de Lunne

Enero 1° 2013

TERCER ESCRITO:

Somos la única chispa de luz, con vida propia, avancemos sin temor,

Hasta mañana!


sábado, 14 de diciembre de 2013

EL UNIVERSO SONRÍE



Hablar de la soledad, de mi soledad me fue difícil. Yo no quería aceptar que sentía soledad, pero al entrar en su sentir, también entré en su respuesta. Supongo que eso debe ser parte de la naturaleza de la verdad. De decirnos la verdad. De tratar de vivir en la verdad. Al menos, en nuestra verdad, que se va configurando, cambiando o modificando a veces a medida que entendemos mejor las cosas, la vida.
Ciertamente sé que la verdad ES y ya, (un valor inmutable), solo que creo que en nuestra existencia, con ese velo de soberbia que aprendimos no sé cuándo, es muy difícil aceptar la verdad. Porque ello implica darme cuenta de las mentiras que digo, de los errores que cometo y de los cuales no me disculpo sino al contrario, culpo a otros (sé que es el miedo a la respuesta de castigo de nuestra sociedad, que no comprende y a veces no le interesa comprender las causas y los motivos).
Los que dicen que cada falta y error de otro es nuestra falta y error, nos ponen en una situación mortal. Dios!, tener que necesitar darme cuenta de que somos una misma familia, descendientes unos de otros, todos con la misma cadena de Ácido ribonucleico y demás… Tan obvio y tan olvidado.
Si pudiéramos ver al menos algunas pequeñas verdades nuestras e ir poco a poco caminando por ese sendero que es firme porque es cierto, es el camino en búsqueda de la verdad…
Si lograra decirme a mí misma los errores cometidos, al menos  a pequeñísima escala, como el no agradecer a ese vecino que varias veces ha venido a traerme la correspondencia que dejaron en su casa por error, o que me ha avisado que dejé las luces del carro encendidas, que subió a la banqueta el bote de la basura que dejaron ahí al pasar el camión recolector… así de pequeñas cosas, solo esas.
Si hiciera eso, ¿Que sucedería? Dicen que al agradecer, el universo sonríe porque dice: hala! Qué bien!, estás agradeciendo mi labor, veo que eres feliz en el mundo que te creé, que gusto me da, pues ahí te van más cosas buenas, sigue igual de feliz que eso me ha hecho feliz a mí al ver que mi trabajo está bien hecho contigo…
Los estudiosos le llaman empatía –a ése buen contacto mío contigo-  y agregan que la empatía es lo contrario al odio; que la empatía es el paso previo a la armonía, al amor… y que el amor/armonía todo lo puede, como guiarme hacia la felicidad...

Laura De Lunne les desea FELIZ NAVIDAD y FELIZ AÑO 2014!
Hasta la próxima Temporada de misideasparai

domingo, 8 de diciembre de 2013

SIN MIEDO A SER FELIZ



Una de mis preguntas más ocultas es: Como vivir la soledad
Hoy me he dado una respuesta, que he leído muchas veces pero no entendía. Se trata de recordar algún momento del cual te des cuenta que fuiste tan feliz o dichoso que ese espacio de tiempo, grande o pequeño sigue ahí, en tu memoria, con todas sus imágenes, sonidos, colores, sentires, tanto  que si quieres, puedes volver a vivir ese momento en tu recuerdo; y  enseguida, agradecer a la vida haberlo tenido y volver a agradecer el poder recordarlo, re-vivirlo y  disfrutarlo. Incluso tomar -con tu imaginación- un poco de tierra limpia de ese lugar y esparcirlo en el lugar en donde te encuentres…
Ahora sé que sí es cierto: recordar es vivir.
Sobre todo porque el tiempo no existe. Es solo una necesidad creada para distinguir las experiencias a medida que vamos viviéndolas; eso es lo que  yo entiendo de lo que he podido captar de Einstein y de escuchar un video en YouTube de Saint Germain. Así que puedo trasladarme a esos momentos o segundos en mi vida en que alguien me quiso y le quise, quizás luego ese amor/amistad se acabó… pero tuve un tiempo de verdadero sentimiento cordial, compartido, que aún me hace feliz y me incentiva a buscar otro momento igual. … y záz de repente, la soledad se ha ido.  !Asombroso! Tengo interés en otros seres humanos, quiero buscar su compañía. Ellos, igual que yo, quizás también están, rumiando su soledad, habiendo  olvidado que un breve contacto humano sincero nos puede hacer felices.
Les escribo ahora mismo, les llamo, les digo que quiero verles que quiero ser otra vez su amiga o ser una nueva amiga  y empiezo a darle sentido nuevamente a mi tiempo, empiezo a abandonar mi soledad… dejo en el pasado el MIEDO A SER FELIZ; lauradelunne@gmail.com

jueves, 5 de diciembre de 2013

COMPRENDER ES MEJOR QUE TOLERAR

Volando voy...


Ante el sufrimiento, pienso que,

Comprender es mejor que tolerar; ante el primer acto antes dicho no necesitas ejercitar el perdón ante la falta, ni la felicitación ante lo heroico, solo te das cuenta de que aquello que miras, sientes, experimentas: es.

Lo que es, es.

Tolerar es aceptar aquello que sucede aunque no estés de acuerdo; es acallar la rebeldía y la lucha en contra de eso que sucede, por encontrar o creer que al acallar/aceptar vas a tener paz.

Lo que no te es posible aceptar (porque te has dado cuenta de que no es lo adecuado para ti), al sostenerlo en tu vida, te desgasta.

Cuando comprendes, no hay lucha contigo mismo, porque  te das cuenta de que aquello que se manifiesta, de que aquello que está ahí, de que aquello: ES. Puedes aceptarlo para estar cerca de eso o no. Puedes irte de ahí y dejarlo y lo que ES, persiste, porque es su derecho a ser lo que ES o ha decidido ser. Como también es tu derecho a quedarte cerca de eso que ES lo que es, o irte y dejarlo; dejarlo ser. Y tú, buscar ser tú mismo, porque en la libertad creces, te encuentras a ti mismo y vives tu vida, eres tú también un ser que Es.

Cuando encuentras en la vida aquello que no aceptas y lo dejas que siga en su camino de ser lo que es, es posible que hayas llegado a la trascendencia de tu ser y puedas comprenderlo, dejarlo ser, pero no tener que tolerarlo y desgastarte.

Viajarás así libremente sobre el viento alimentándote de sol, nubes y estrellas, que al fin y al cabo, eres polvo de ellas.



lunes, 2 de diciembre de 2013

QUIEN MÁS QUIERES, ES QUIEN TE HACE SUFRIR




Quien más quieres, es quien te hace sufrir.
Esa persona a quien más quieres quizás tenga o no intención de hacerte sufrir, lo que sucede es que esas palabras o conductas que te hieren, entran directo a tu corazón porque a esa persona no le has puesto filtros para entrar en él. Como dicen, “tiene la llave de tu corazón”. Te has entregado a su amistad o cariño. Le has confiado una gran parte de ti mismo dándole facilidad y sinceridad en el trato como amigos o seres queridos. Creíste que no podría decepcionarte en esa muestra de confianza en la entrega de tu amistad.
Pero sufres. Y después del shock y la inmovilidad (o a veces la reacción violenta) empiezas a darte cuenta y a pensar “Apenas lo puedo creer, yo, que le di toda mi confianza…”
Y ante estos pensamientos es cuando llega el recuerdo de las enseñanzas que no has querido aprender:
El Desapego.
El darte cuenta de que no eres lo que otro piensa de ti.
Y que las oportunidades de aprender y superarte se presentan ante ti y puedes humildemente reconocerte en el señalamiento que han hecho de ti o puedes darte cuenta de que están equivocados al emitir en tu contra juicios o manifestar conductas que no debieran ser y entonces podrás conservar la tranquilidad y la paz porque estarás confiado en que los calificativos que te hirieron no te describen a ti y que las conductas que te mostraron fueron erróneas, pues tú no eres a quienes ellos juzgaron. Y puedes así seguir tu camino con tranquilidad y quizás apartado de ellos, los que no te conocen, porque cuando tú evolucionas habrá algunas personas con las que ya no sintonizarás porque tu frecuencia ahora es distinta. Has trascendido y por lo tanto, se acercará a ti otra gente de tu misma frecuencia con quien podrás volver a convivir.
Por eso dice Rene Mey: “Entiendo cada vez más, que cuando quieres aprender, recibes las pruebas exactas para permitirte avanzar, crecer, éstas pruebas nos permiten medir nuestras capacidades de análisis hacia el bien, hacia el mal. Pero que difícil a veces es vivirlas…”