Cierto, la vida se hace en momentos…


Blog escrito por: Laura de Lunne

Enero 1° 2013

TERCER ESCRITO:

Somos la única chispa de luz, con vida propia, avancemos sin temor,

Hasta mañana!


lunes, 23 de noviembre de 2015

empezar una nueva vida con los mismos zapatos e incluso el mismo descosido en el calcetín



 BANDERA DE HOLANDA
Urecht 1999


Creo que si recapitulo mi vida puedo volver a vivirla  en esta ocasión que tengo ahora, es decir, puedo re-editar mi vida ahora mismo. Y tengo fundamentos para decirme esto? Sí, porque hace aproximadamente quince años adopté este nombre, este Laura de Lunne. Les diré dónde y como sucedió eso… Que a ustedes que puede importarles?  Pues lo que digo, vean si a alguno le interesa también recapitular su vida y volver a empezarla  partiendo de cero, morir sin morir físicamente, solo morir en el sentido de dejar la vida anterior y empezar la nueva con los mismos zapatos e incluso el mismo descosido en el calcetín, pero con una nueva perspectiva de vida. Con esa misma inocencia que tenemos al llegar a este mundo, con ese mismo contacto con los seres que existen en otras dimensiones y que cuando somos pequeños los vemos, esos que otros dicen que son los amigos imaginarios, que anda! De imaginarios nanán!!! (post: El señor del sombrero, en este Blog)

Pues sigo, vivíamos en Utrecht, Holanda o The Netherlands en la calle Graafschap 71 en el Barrio de Lunetten (https://en.wikipedia.org/wiki/Lunetten) ese lugar con canales, panadería en donde había 7 clases de pan de barra y panes de diversa masa con pocos cereales, mediana cantidad o mucha y a la salida del local aventábamos algo de pan recién hecho a los enormes cisnes que había en el canal que daba al frente de esta bakkerij. De regreso a casa que quedaba a 4 o 5 pequeñas cuadras el paso daba a una semi pequeña plaza en donde una chica vietnamita vendía rollitos a un euro, nos recordaba siempre nuestros mexicanos tacos, y también en un carrito de madera con ruedas y sobre este una vitrina de vidrio, se encontraban las papas a la francesa recién hechas continuamente y que nos vendían en alguna bolsita de papel  aderezadas con mayonesa (para nosotros no of course). 

El Super estaba ahí en la placita de la esquina y el consejo era Sabes Carmen? Los productos aquí están muy supervisados así que te aconsejo que cuando vengas des un recorrido para ver que está en oferta y si te conviene te lo lleves, porque puede ser que sean dos cosas lo que los haya motivado a esta ganga, uno, que esté en promoción el producto ó dos que vaya a estar descontinuado además de aquellos quelos ponen en promoción pero te aseguro que todo lo que compres estará en buenas condiciones.

Ya casi terminaos de las compras, a ver, seguimos a la Tienda de quezos, sí claro, una tienda para la venta exclusiva de quezos! Estábamos en Holanda. En la tienda había también venta de vinos tinto, así que tu comprabas el vino y te recomendaban el quezo ad hoc, o a la inversa.
Continuamos recorriendo la Placita, porque vamos a entrar al Restaurant Chino que estaba frente a la Tienda de quezos, pero esa es otra historia, ya que tenemos que hablar de las flores que sevían con los platos... sí flores naturales y que eran para que las comiéramos, así que
Continuará... Porque quiero participarles sobre mi muerte y nueva vida cuando nació Laura De Lunne, y porque quizás se esté iniciando la vida de otra versión corregida y mejorada.......  Y otro "Quizás" es por si a alguien le sirve esta experiencia

lunes, 16 de noviembre de 2015

…el hombre de piel aceitunada que vestía todo de negro y usaba gafas negras me dijo “¿Sabes quién soy, verdad?





Vivía temporalmente en la ciudad de México (DF) estudiando francés en cierta escuela dependiente o conectada de alguna manera con el Consulado de Francia; me habían aceptado en Sorbona III y debía aprender bien el idioma para pasar el examen correspondiente a dicha lengua. Conmigo estaba mi hijo Piro viviendo esa aventura siempre latente en mí para ir a estudiar al extranjero.


El padre de mi hijo y quien fue mi esposo (qepd) fue a visitarnos un fin de semana lo que aprovechamos para ir a lugares obligados como Xochimilco -sin subirnos a las trajineras porque en esa época estaban muy descuidadas en cuanto a su seguridad estructural (algunas)- y dos lugares que yo quería conocer uno era el Poliforum Cultural Siqueiros donde se encontraban murales famosos de pintores mexicanos  cuyos nombres aparte de Siqueiros no recuerdo ahora pero sí que había bancos largos de madera ad hoc para recostarse y admirar aquellas pinturas del techo (tiempo después las comparé con las de la Capilla Sixtina y éstas últimas me parecieron como de caricatura comparadas con las primeras). , fuimos también al Museo de Antropología en donde estuve más de media hora frente al Calendario Azteca, no había sillas ni donde sentarse y aún no tenía yo el desparpajo de sentarme en el suelo, como lo hice muchos años después en la Plaza de San Marcos en Venecia, Italia.


Al día siguiente de ese fin de semana, nos fuimos caminando por Insurgentes (me había tocado en suerte encontrar una habitación por la calle Amazonas ) y para mí fue increíble esa sensación de caminar por esa enorme avenida sin fin entre tanto árbol grande, verde, cuidado, me sentí muy bien. Piro caminaba mucho para ser un casi bebé y su padre era un caminante nato, así que todos disfrutábamos el paseo… hasta llegar casi a mi Escuela que fue cuando empezamos a discutir el padre de mi hijo y yo porque él quería que nos regresáramos a Monterrey y no pretendiera ir a Paris a estudiar (Tenía la posibilidad casi segura de una Beca) y mi negativa a regresarme más la  persistencia de continuar estudiando francés con tal propósito. Decía que no iba él a desperdiciar 5 años de su vida para estar al lado mío mientras yo estudiaba, porque al regresar él ya habría perdido las oportunidades que ahora tenía. Ante este razonamiento, estupefacta me dije interiormente  “Con quien me casé?!


Este relato no es sobre problemas conyugales ni quien tuvo la culpa o no la tuvo (todas las parejas tienen desavenencias, lo sabemos). Es sobre lo que sucedió en ese preciso momento.  En ese estado de ánimo nos disponíamos a cruzar la calle para ir a mi Escuela, ambos con intereses diferentes y yo pensando ante quien iba a acudir para que me ayudara a proseguir con mi propósito porque el que fue mi esposo me acababa de decir que no me enviaría más dinero para que yo estuviera ahí, cuando sorpresivamente se detuvo frente a nosotros un carro grande negro como algo pasado de actualidad para esa fecha y salió el conductor a medias quedándose entre su puerta y el exterior y me dijo: “No te preocupes más súbete al coche tú y el niño, nosotros te ayudaremos” Lo vi y no contesté nada, solo me quedé asombrada, sin susto, pensando que acababa yo de pedir ayuda a alguien… y agregó el hombre moreno que vestía todo de negro y usaba gafas negras “Sabes quién soy, verdad? No tengas temor, tu sabes que nosotros nunca te haríamos daño” Enseguida se dirigió al padre de mi hijo diciéndole con tono fuerte y parco: “vete” Inmediatamente yo agregué, vete un momento solo pasa la acera y espérame ahí ahora estamos contigo. Su padre se pasó a la acera de enfrente como en automático luego de una ligera duda y yo le dije al hombre de negro, “gracias pero no nos vamos a ir con usted”. El me miró, se subió al carro y se fue.

 descripciones más comunes :
Visten impecables trajes negros, siempre con corbatas a juego y camisas blancas.
Viajan en automóviles del mismo color, predominando los modelos antiguos de Cadillac.
Su tez es oscura o bien pálida, en ocasiones con rasgos faciales vagamente orientales.
Cuentan con una voz clara, en ocasiones de resonancia metálica.
Poseen modales corteses pero amenazantes.
También se han descrito casos de comunicación telepática
https://es.wikipedia.org/wiki/Hombres_de_Negro

lunes, 9 de noviembre de 2015

Vivir en la verdad. ¿Para que sirve?



Vivir en la verdad. Qué es eso? 

Para mí es estar consciente siempre de que estoy existiendo y que mi fundamental propósito de vida es darme cuenta de ello, de que existo, de que soy, yo, unidad de vida en un plano de existencia. Sé que mi vida transcurre medida por el tiempo, pero si el tiempo no estuviera presente? Si solo fuera un elemento más de esta tercera dimensión? Entonces solo lo debería utilizar para llevar mi agenda, para saber qué voy a hacer en esa hoja cuadriculada de mi vida en donde mis logros los voy anotando restándoles los posibles fracasos. Y digo posibles porque alguien me dice “eso que no es aparentemente agradable para ti o que contraría tus planes, analízalo para que veas que enseñanza te deja”. Cierto, inclusive el conocimiento de cómo evitar ese contratiempo cuando vuelva a iniciar esa misma actividad que no pude en esa ocasión realizar. Más no olvidar vivir en la verdad de acuerdo a la prudencia de mis circunstancias.

Vivir en la verdad, para que sirve?

Al saber mi verdad (porque pudiera ser diferente a la verdad de otros, aunque exista solo una verdad como Bien filosóficamente hablando) dejo el desasosiego, estoy en calma, estoy en el “yo soy” en la autenticidad de lo que hasta ese momento he podido aprender, cavilar/analizar, darme cuenta y decidir aquello que quiero realizar calibrando las posibilidades que tengo para realizar lo decidido que me lleven eventualmente a un paso más cerca de lo que finalmente en esa meta quiero hacer. Pero sobre todo hacerlo, iniciar aquello que quiero realizar porque de lo contrario estaré en frustración perpetua. Si lo inicio y no lo logro en ese momento ya crée en el universo un camino, he avisado de mi intención y ya en automático está configurada ésta. Solo tengo que persistir. 

Siempre recuerdo una anécdota que leí en Selecciones cuando yo era pequeña, la de aquella niña afroamericana que fue donde el patrón a pedirle 5 dólares porque su mamá estaba enferma lo cual le negó dicho patrón pero la niña no se retiró del portal de aquella casa y ahí estuvo de pie pidiéndole lo mismo cada vez que el patrón pasaba hasta que éste le dijo ya te he dicho que no te voy a dar ese dinero, porque no te vas? Porque mi mamá lo necesita sin excusa alguna y yo se lo voy a llevar… verídica o no dicha anécdota lo que me ha conmovido es la persistencia en el propósito. Ahora, dicha anécdota me ha servido a mí para algo? Sí, siendo ya adulta y trabajando como Profesora en la Universidad, quise ir a entrevistarme con el Lic. Ignacio Ovalle Fernández del Instituto Nacional Indigenista sobre los planes de protección para los indígenas de México y llegué a su oficina a las nueve de la mañana (me dijeron que a esa hora abrían dicha Dependencia) ahí me dijo el Sr. Juárez que para ver al Lic. Ovalle necesitaba cita, le informé que tenía cita dada por el mismo Lic. Ovalle por teléfono pues le llamé desde Monterrey. El Lic. Ovalle no estaba. A las 11:00, 13:00, 15:00, 17:00 preguntaba por él (Me quedé todo el día en su oficina), salía el Sr. Juárez la mayoría de las veces, me repetía que no estaba. Esperé hasta las 7 de la noche… y no estaba según el dicho del Sr. Juárez. Me fui porque mi avión salía de regreso a Monterey a las 9:00 Hrs p.m. Me encontraba sentada en la Sala de Espera del Aeropuerto,  casi vacía aún –era temprano para salida del próximo avión a la ciudad antes dicha- y llegó un joven, vio la Sala y fue a sentarse en la fila de asientos en donde yo estaba, a dos lugares de mí. Bien, ya empezaba a llegar la gente, pero, de repente vi entrar al Sr. Juárez! Me vio y con cara de sorpresa se detuvo en su caminar, me di cuenta, le dije al joven, disculpe usted es el Lic. Ovalle? “Si Señora, en que puedo servirle?” Soy la Profesora X que hice cita con usted para el día de hoy y lo estuve esperado casi todo el día, pero no fue usted a su oficina. “Pero si ahí estuve casi todo el día!” contestó.. Se levantó de su asiento sentándose a un lado mío y platicamos casi una hora de los planes de trabajo que el Instituto tenía y en los cuales a nivel regional quería yo involucrarme. Conservo una carta que me envió con dos volúmenes de su Programa de Trabajo, mismo que me dijo estaban obstaculizando porque le permitían elaborar los Planes pero no le asignaban presupuesto. Le dije formulara el Plan por escrito y lo presentara aunque nunca pudiera realizarlo, así quedaría documentada su capacidad y disposición para ese propósito. Lo hizo y me envió un tanto de ellos. Quizás ahí fue una de mis primeras aportaciones de lo que hoy es misideasparati.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Poderoso Trueno Parte 2.... La pequeña Tribu necesitaba terminar ciertos asuntos pendientes en el plano de vida en el que yo estoy y querían mi ayuda.





La pequeña Tribu   de 175 hombres aproximadamente, mujeres y niños se encontraba reunida alrededor del  Jefe y Curandero/Médico  frente a algunas chozas de figura  exagonal  con techos de pieles gruesas curtidas de tal manera que se veían sedosas a la luz del sol de aquel atardecer en esa planicie semi-desértica,  sus  techos quizás medían entre 4 y 5 metros y tenían en su centro algún poste que los sostenía desde su interior porque se elevaban en su centro cayendo a sus orillas de manera simétrica.

Poderoso Trueno me llevaba frente a ellos para conocerlos. Se veían tristes aunque no desesperados sino solo como aquellos que esperan lo que tienen y quieren esperar sabiendo que la solución a sus cuestiones llegará tarde o temprano.  Nos detuvimos frente al  Jefe quien permaneció sentado y me dijo quizás entre otras cosas, que mi malestar del estómago se quitaba con ciertas yerbas que en ese momento él iba a preparar para mí, entonces se puso de pie y su ligeramente encorvado cuerpo cubierto por una piel con pelo,  caminó hacia un  tripié/base  en donde se encontraba a fuego moderado una vasija con algo; enseguida regresó trayendo en su mano un pequeño  recipiente con un líquido verdoso y espeso y me dijo que lo bebiera que era un compuesto de más de 30 hierbas medicinales.

Enseguida PT y yo continuamos nuestro recorrido del lugar observando a alguna gente que nos miraban sonrientes mientras otros tocaban alrededor de 6 tambores de los cuales 4 eran de unos 30 centímetros de diámetro, otro más pequeño delante de los cuatro a su derecha y uno chico como de 20 centímetros de diámetro tocado por un niño quien se situaba al frente en medio de ellos y se movía frente a los mismos tocando su tamborcito.; PT expuso su cuestión de la siguiente manera, su gente necesitaba terminar ciertos asuntos pendientes en el plano de vida en el que yo estoy y querían mi ayuda. 

Así de manera clara y directa me lo dijo y de igual modo le comenté que no me sentía con la fortaleza para asumir un apoyo de esa naturaleza. Ante mi aseveración y de manera inmediata cesaron los tambores, las voces y demás sonidos y todos los que habían estado ahí se fueron retirando sin decir palabra y sin sonido alguno disolviéndose sus figuras en el resplandor del sol de la tarde que en esos momentos empezaba a declinar.

Meses después en el escenario de mi sueño como si fuera una pantalla de tv apareció PT tocando una melodía con una flauta, sin mirarme siguió avanzando atravesando el espacio de mi visión y ya para salir de dicho espacio y sin dejar de tocar, volteó de reojo a verme y se fue.