Paseo Santa Lucía, en Monterrey, N.L. México
(es un río vivo)
Continuación de la historia: "porque los sueños soñados se
cumplen"
del 23 de marzo del 2014, ahora el capítulo V:
Han pasado varias semanas desde la última en que
supimos de Pedrito y Nina; de picho y mono y de los papalotes mensajeros… Hoy,
casualmente (en esa casualidad que no existe…) he visto a Pedrito y Nina
platicando por la Internet –recuerden que estoy enlazada con ellos-:
-Hola Nina, que tal tus vacaciones de Primavera? Mi Tía y yo fuimos con amigos a pasear por
un Pueblito cercano a Saltillo Coahuila, por la carretera que tiene los
chorritos en las laderas de la montaña y ahí, caminando solo un poco desde el centro
del Pueblo, llegamos a la orilla de una loma grande en donde recogimos un poco
de orégano y un niño del lugar me llevó hasta unos grandes árboles que tienen
en la base de su tronco orquídeas del campo que florecen adheridas a él, lo que según me ha dicho mi Tía es la forma en que pueden vivir, alimentándose del
árbol. Ah y esta tarde te enviaré pegado a un papalote, unas hojitas del
orégano, que huelen muy bien!
-
Hola Pedrito! Mis vacaciones muy bien, aunque no salimos fuera de la ciudad
fuimos dos veces al paseo Santa Lucía, de aquí de Monterrey, es maravilloso!!! Lo conoces? Seguro que
sí. Nos fuimos en el Bote que hace el paseo y me coloqué en la proa desde donde
disfruté de la vista completa del canal de esas aguas tan puras que nacen de la
fuente de Santa Lucía y que dan inicio a este pequeño río canalizado y también
me mojé con las pequeñas gotas de agua que subían en el aire y caían sobre mi
carita; al llegar al final del recorrido en bote visitamos una Biblioteca para
niños en donde había actividades de pintura y dibujo, fue genial porque ahí
mismo tomabas las hojas para pintar y los colores; incluso podías pintar con
acuarelas. Dice Papá que cuando él era chico le gustaba dibujar sombreros… y no
usa sombrero! Yo te enviaré en mi papalote el dibujo de sombreros que hizo mi
papá cuando tenía 5 años.
- Y que tal picho?
-Ah
mi gatito precioso! Justamente ahora está aquí a mi lado… ronroneando. Y mono?
- Parece
que el verano lo ha puesto más activo porque ahora cuando regreso de la escuela
ya está en la puerta atisbando a ver por donde llego. Realmente mono me quiere
mucho –y yo a él- y como los dos somos “muchachos” creo que tenemos cosas que
contarnos que a ambos nos interesa.
- Mmmh
que interesante; yo te puedo decir que picho y yo también tenemos una conexión,
nos entendemos, sé que la forma de contacto con un gatito es diferente a la de
un perrito, por ejemplo, picho no me “habla” cuando quiere decirme algo,
simplemente se me acerca, me roza suavemente un pie o se sube a mi escritorio cuando
hago la tarea y se acuesta directamente sobre el libro! Gato consentido!
Entonces busco ver sus ojos que en esos momentos tiene semicerrados y le
pregunto ¿Que quieres picho? Se mueve ligeramente sin hacerme mucho caso y sé
que tengo que esperar a que decida contestarme, entonces voltea a verme,
ronronea, me mira con sus ojitos seductores y ya, totalmente a su merced, me
levanto de mi silla y le digo, ven picho, voy a darte leche.
-
Que bonito! Pues Nina, voy ahora mismo al Parque a volar mi papalote para
enviártelo con las hojitas de orégano directas de la sierra de los chorritos y me pondré luego a hacer mi tarea porque iremos
a preguntar sobre clases de guitarra que empezaré a tomar y quizás tengamos
tiempo para ir a ver guitarras a la tienda. Chao Nina, que gusto volver a
platicar contigo!
-
Chao Pedrito, saldré a esperar tu papalote! Y felicidades por tus futuras
clases. Y guitarra!!!
Hasta
el lunes próximo con los posts habituales.
(P.D.
Este próximo miércoles trataré de ver si nuestros amiguitos se han comunicado; para
escribir todos los miércoles sobre ellos; esperemos que Pedrito tenga su
guitarra nueva!, saludos, Laura De Lunne)
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