A veces oigo muy quedo y muy lejanos mis cantos de esperanza…
A veces esta tristeza intrusa no se quiere ir
Porque? Porque estoy pensando que alguien debería
haber hecho, dicho, esto o lo otro, porque yo lo merezco o porque es deber de
ese alguien hacerlo, decirlo…
Y es cuando, como si fueran olas de un mar
embravecido y yo aquella figura del viejo pescador, lucho por sobrevivir
Y no solo sobrevivir, quiero vivir, y no solo vivir,
quiero vivir feliz
Me duele ponerme a reflexionar en esos momentos de tristeza,
pero como me ha dicho Piro, “a través de tu escritura, te estás curando”
Ese espejo que pongo frente a mí, en mi imaginación
me dice que soy un ser humano que eligió venir a este mundo con una tarea
específica que ya fue escrita y ya fue resuelta, solo me falta vivirla
Ese es el reto, vivirla y vivirla bien al saber
sobre todo, que lo que estoy haciendo es la realización de mis anhelos sin
inhibiciones o frustraciones por no hacerlo; la elección de lo que realmente mi
corazón quiere sin juicios sobre si se puede o no se puede, solo dando el
primero y segundo y tercero y más pasos para lograrlo. Valor para vivir lo
soñado.
Entonces vuelvo a darme cuenta de mi necedad, porque
sufrir? Si ya todo está hecho y decidido por mí misma antes de aceptar el reto de nacer! Solo debo aprovechar
esta oportunidad de realizarlo y de realizarlo bien, hasta donde yo puedo, ¡Pero
no menos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario