https://www.youtube.com/watch?v=bRID6bN71dY
Las maravillas están aquí a un lado nuestro, solo
hace falta detener el terrible stress producido por nuestro exceso de
movimiento para poder verlas… porque no tenemos tranquilidad y paz, entre otras
cosas las series de tv sobre todo las gringas nos inducen a medio mordisquear
un trozo de pan con un sorbo de café y dejar todo el desayuno sobre la mesa… es
una de las formas de dominación que ejercen sobre la gente, sobre la masa,
impedirnos tener paz para darnos cuenta que existimos, que un mundo de
maravilla nos rodea y que podemos disfrutarlo porque todo es de todos aunque ya
sabemos que hemos sido lo suficientemente tontos para dejar que algunos, tomen
y acaparen lo que nos pertenece como habitantes de este hermoso planeta.
Si, fue una maravilla ver aquellos dos puntos
dorados en el fondo de la taza con residuos de agua que dejé la noche anterior
a un lado de mi ordenador. Debo agregar que el agua a su vez tenía residuos de
unas gotitas homeopáticas que había ingerido y seguramente con alguna base
azucarada lo que creo que motivó a esos dos puntos dorados a entrar a la taza
pero fatalmente no poder salir de ella y quedarse inmersos en el líquido toda
esa noche. Y así fue que esta mañana al abrir la computadora recogí la taza
para lavarla y tomar mi café cuando observé esas dos raras manchitas doradas
que no tenían motivo de estar ahí puesto que había bebido solo agua (y antes,
el medicamento homeopático que también es transparente) me calé las gafas para
observar mejor e incluso usé la lupa, aunque ya mis sospechas eran bastante
claras… eran dos diminutas hormigas doradas. Saqué de la taza a una con la
punta del dedo y seguí examinándola con la lupa porque creí percibir un
movimiento, pues si, la hormiga que había estado toda la noche en el agua se
movía muy lentamente, la coloqué sobre la pared cerca de una puerta de vidrio y
la luz matinal la enfocaba como en una película solo para mis ojos. Adherida a
la pared seguía moviéndose ahora lentamente caminando, la otra no se adhirió a la
pared y cayó al suelo. Le había servido a la primera de tabla salvavidas. A la
hormiga viva le puse una hoja del naranjo para que se subiera y llevarla al
patio ya que había logrado sobrevivir y yo respeto su derecho y su lucha. Se
negó a subirse a la hoja y cayó al suelo, la dejé que eligiera su destino. Unos
dos minutos más tarde me iba a tomar mi café y pensé recargarme en la pared
cerca de la puerta de vidrio por donde miro mis macetas para fijarme si alguna
de las matas de chiles ya los habían pintado de rojo como me gusta cosecharlos,
cuando, al mirar la pared recordando a la hormiga, ésta venía subiendo desde el
suelo al lugar en donde la coloqué al rescatarla, al llegar ahí se detuvo, dio alguna
vuelta en el mismo sitio como reconociendo el lugar en donde re-vivió. Yo me
fui a tomar mi café a otro lado y le dejé su lugar de re-nacimiento, que no
cualquiera lo logra, yo la comprendo, soy también una superviviente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario