Quizás entre las abejas exista derecho de sucesión,
porque nuevamente una linda abejita (porque no me pica es linda! claro) entra
en las mañanas a la cocina, recuerden quien ha leído aquí en el Blog que la
anterior abeja entraba alrededor de las once de la mañana… esta es mañanera,
justo abro la puerta de la cocina que da al patio a donde voy a regar las
macetas (ayer el árbol de moringa se puso triste y lo he colocado cerca del
naranjo joven para que se compartan sombra que seguro dos sombras harán más
defensa ante este sol veraniego)y decía que yo salgo y ella entra, sin ningún
temor ante mí, simplemente pasa y empieza a husmear en el fregadero, atrás de
la puerta y a veces se queda un rato en la salida del grifo del agua, supongo
tiene calor.
Mientras yo la miro ella vive, dicen los que
escriben sobre moléculas y espacios vacíos… Ella vive unida a cientos o quizás
miles en un solo espíritu grupal y sabe que ella es parte del grupo. Me gusta
la tranquilidad con la que desarrolla su trabajo en los dos naranjos y un limón
de este patio. Me es compañía. Aunque suene raro, me es compañía. Y me pongo a
pensar que sería de mi vida, de nuestra vida como humanos si no existiera un
entorno de esos seres que llamamos animales y que está correcto llamarles así,
es una palabra como dijo en aquella estación de metro peculiar a Neo el padre
de aquella niña que había hecho tratos con Moringio para salvar al programa
llamada hija de ellos, el significado y carga emocional la ponemos nosotros
cuando decimos los animales de la creación o cuando queriendo insultar a un
humano le llamamos incorrectamente animal. Todos sabemos que el animal vive
dentro de su programa y cumple con él cuando no ha sido dañado o contaminado
por el trato con el hombre.
Nos está dado aprender de los maestros animales.
Cuando observamos sin juzgar cada peculiaridad de su desarrollo y entorno
empezamos a adquirir sabiduría, ese concepto que significa entender la vida que
vivo y vivirla de la mejor manera “sin dañar a hombre, flor o bestia”.
Hace poco vino un saltamontes y se posó en el barandal
de la entrada lateral de mi casa cuando yo estaba regando el tercer naranjo, este
de naranja de cáscara gruesa, y se quedó inmóvil en el barandal recibiendo el
rocío que le llegaba del riego. Sostuve la manguera de agua en la misma posición
cerca de un minuto y ahí permaneció saltamontes, luego seguí regando y no se
fue, no sé hasta cuando, pero ahí se quedó.
Acaso podría yo comprar un saltamontes verde zacate
recién cortado, que fuera a visitarme? No, pero lo hizo la gente de la película
Blade Runner con su oveja eléctrica y aquel Búho en el Instituto del Creador de…
Nosotros tenemos a los animalitos, vivos, rebosantes, limpios, tan vivos y rebosantes
como es el medio ambiente en el que vivimos. No hay industria no hay tecnología
no hay dinero que compense la vida.
Démonos cuenta, no aceptemos el deterioro de nuestro
medio ambiente, éste marca la diferencia entre la salud y la no salud. El medio
ambiente en que vivimos es el impulsor más importante para tener salud. Y amarnos
a nosotros mismos que es la célula del entorno social, creará un organismo vivo
y sano. Cuidar mi entorno primario como es el ambiente de mi casa es fácil,
solo se requiere rodearnos de vegetación, que ésta, purificará el aire y nos dará alegría lo que
producirá las endorfinas necesarias para que el cerebro diga, ah que bien, este
ser que habito es feliz y yo me siento bien así, sigamos enviando endorfinas!!!
Y así sigo feliz y doy felicidad no amargura. Por eso dicen, si tú estás bien,
yo estoy bien. Y yo estoy bien y ayer cumplí años!!!
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