Vemos a
Pedrito cavilando, al parecer algo ocupa su mente, y me pregunto ¿Qué será?
Acaso Pedrito es
quien ahora está preocupado y quiere un “hombro para llorar”, ¿Será en esta
ocasión su amiga Nina quien lo escuche, yo creo que… perdón! Debo interrumpirme
porque han entrado a chatear (están de vacaciones escolares, así que los vemos más seguido)
- Buenos Días Pedrito, te tengo noticias!
- Hola Nina
- Cómo estás Pedrito, que tal?
- Bien Nina
- Ah, te noto triste
- No Nina
(Nota de Laura de Lunne:
les comento que ha habido un momento de silencio en el chat)
- Pedrito, cuéntame si compraste tu guitarra, dime
cuales te gustaron en la tienda de Instrumentos Musicales, dime si ya estás
inscrito en las clases y donde las vas a tomar, eh Pedrito?
- Ah! Mis clases de guitarra, sí, te comento, fíjate
que cuando llegamos a la Tienda me han mostrado unas guitarras, este, como te
diré, de tamaño mediano con cuerdas de metal un poco hiriente a los dedos que
definitivamente no me han gustado; enseguida me mostraron otra, color negro que
sonaba bien y me dijo el vendedor que para empezar a aprender me recomendaba
esa de calidad media; Si me gustó y estaba yo rasgando sus cuerdas, cuando, de
repente oí un brrrummmmmmbooooooommmm que inundó la sala de exhibición de
guitarras de la Tienda, sabes? Me quedé quietecito, no podía moverme, mis oídos
seguían oyendo ese sonido que si bien era fuerte era muy muy agradable y sentía
que era como disfrutar de un cono de helado de chocolate y fresa más una
malteada, todo al mismo tiempo! Era un sonido hermoso, como que entraba dentro
de mis huesos, el vendedor al verme me dijo que era el sonido de una guitarra
que tenían ellos a la venta y le he preguntado si podía yo verla, sin decirme
nada me ha llevado al centro de la sala de exhibición y ahí en el centro, en un
estuche especial sobre una mesa redonda estaba… mi guitarra!!!!!!!! Sí Nina, mi Tía querida y adorada me ha comprado
esa guitarra clásica. Bueno, la hemos
apartado y la estaremos pagando durante 6 meses y al término de los cuales
podré tenerla conmigo. Mi guitarra, soy feliz.
- Felicidades Pedrito! Que gusto me da saberlo.
- Y que noticias me dijiste que tienes Nina,
cuéntame.
- Que en la Escuela Superior de las Artes a donde
iré a estudiar pintura (ya me decidí por eso) también dan clases de guitarra,
no te parece que es una muy buena coincidencia para encontrarnos ahí y
conocernos?
Nota de Laura de Lunne
(en el futuro solo se escribirá: “N de L de L”): Solo interrumpo un momentito,
para recordarles a ustedes algo que quizás Pedrito y Nina aún no se dan cuenta,
es de que no hay “coincidencias” porque:
“los sueños soñados se cumplen” y como ha comentado María Gogni, ellos están
predestinados a conocerse, de niños o de adultos, precisamente porque los
sueños soñados se cumplen…
- Que gusto me da saberlo, le diré a mi tía que
vayamos a solicitar informes para el próximo curso, gracias por decirme Nina, y
ahora me despido yo primero porque he prometido ayudar a mi Tía a juntar el
dinero del costo de la guitarra y estoy haciendo uno o dos papalotes para
venderlos, antes de que se acabe el verano espero vender algunos y cooperar
para dicho pago; hasta la próxima!
- Bye Pedrito (vemos a Nina con una tranquila
sonrisa al ver a su amigo Pedrito feliz; y sí, Pedrito quería ahora platicar ya
de su guitarra)
Hasta el Lunes.
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