Soy un poderoso León!
Margarita se decía a sí misma “Ya
tengo 17 años y no tengo amigos, menos un novio… Porqué? Quizás soy fea, y
flaca y con cabello lacio y a nadie le gusto…
Quizás… pero no puedo estar
pensando en los quizás, debo hacer algo para ser bonita…
Y de repente, (Claro! En esta historia
que cuento yo Laura de Lunne, también aparecen hadas, gnomos, brujas etc., sino
sería discriminación!)
Decía, que de repente apareció una
hada madrina volando sobre una nube suave como pétalo de flor, dulce como
algodón de azúcar y veloz como tortuga ganando a un conejo en la carrera, y le
dijo a Margarita:
-
Pst,
pst hey Margi, voltea y mírame
-
Ehhh donde, quién me llama…
-
Yo, aquí Mona, quien es tu hada madrina
-
Ah hola Mona, no te conocía
-
Es que no habías nunca deseado ser bonita hasta
hoy
-
Cierto, no lo había deseado, pero hoy quiero ser
bonita, que en lugar de ser flaca sea esbelta y en vez de tener cabello lacio
los rizos adornen mi frente…
-
Está hecho!
-
Cómo? Ya? Tan rápido! Si lo he sabido, desde
cuando hubiera expresado más deseos de algo
-
Pues ya vez, si quieres “deveras” algo desde
dentro, dentro, dentro realmente de tu corazón, tu hada madrina puede
escucharte y venir a cumplir tu petición. Solo te pido que creas completamente
que tu deseo se ha cumplido y que ahora eres linda, tendrás amigos y amigas y
eventualmente llegará el amor a tu corazón con un novio.
-
Sí, sí, sí hada querida, lo creo firmemente
-
Bien, para que no lo olvides, quiero que uses un
lazo rojo en tu cabello, lo llevarás siempre que salgas de tu casa, ok? (el
hada madrina vivía temporadas en Arlington USA, así lo del “ok”…)
Aceptado el trato, rápidamente
Margarita compró un lazo rojo, adornó su cabello con él y salió a pasear. Y Oh
Maravilla! La gente le saludaba, dos chicas de la Prepa cruzaron la calle para
invitarla a una Reunión en casa de una amiga, el vecino que casi no le hablaba
al pasar ella frente a su jardín le regaló una flor.
Pues ya estaba cocinado el pastel,
así que al día siguiente se dijo, saldré de nuevo a pasear con mi lazo rojo en
mi cabello, y ála, allá fue.
La gente le saludaba, las amigas
platicaban con ella, un joven le sonrió desde la Heladería… Regresó a su casa
feliz diciendo Mamá, Mamá, soy tan feliz, desde que uso el lazo rojo en mi
cabello tengo amigas, amigos y le gusté a un chico!!!
Y la madre de Margarita le
contestó, ay que bueno hijita yo estaba preocupada porque olvidaste ponerte el
lazo rojo en tu cabello…