Circulaba por la lateral para entrar a la Avenida
Gonzalitos Norte con las luces de la direccional encendidas y observé que una
camioneta venía por dicha Avenida circulando en el carril que yo tendría que
tomar, miré por el espejo retrovisor para ver el momento en que dicho vehículo
pasara a mi lado adelantándome y así poder yo entrar al carril de dicha Avenida,
y entonces la camioneta tomó el carril de su izquierda inmediata y dejó libre
el acceso para mí; entré al carril de la Avenida dándome cuenta de la acción
positiva del conductor de la camioneta y volví a comprobar como una noble
acción irradia cierto tipo de energía que se capta, que uno puede percibir y
que en mi caso, me dio una esperanza más de que la vida tiene momentos
gratificantes.
Aparentemente fue tan pequeño el acto realizados por
el conductor de aquella camioneta que quizás sí lo notamos cuando nos sucede en
la vida diaria, pero lo olvidamos rápidamente.
Creo que si lo reflexionamos y
lo decimos, puede grabarse en nuestro cerebro y es posible que podamos imitarlo
ya que en aquello que piensas, en eso te conviertes.
(Próximo Miércoles)
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