Cierto, la vida se hace en momentos…


Blog escrito por: Laura de Lunne

Enero 1° 2013

TERCER ESCRITO:

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Hasta mañana!


lunes, 21 de septiembre de 2015

Hoy lo supe, las abejas tienen mi dirección





Hoy lo supe, las abejas tienen mi dirección. Desde hace dos años viene alguna a visitarme entrando por la puerta de la cocina que da al patio del naranjo japonés. Seguramente al recolectar la miel de los azahares les intriga pensar que habrá dentro de la puerta… si afuera hay un naranjo, dirán, quizás adentro esté algo tan o más jugosamente dulce…

Cuando veo que entra alguna –a hora diferente a la anterior que venía alrededor de las once de la mañana- como ésta a la 4:15 de la tarde, rápidamente me salgo del su área de exploración no sin antes poner un poquito de azúcar en un lado del fregadero con unas gotitas de agua. Espero que beba de esa miel también.

Estoy feliz al ver a la abejita porque encontré hace unos días el cuerpo de otra en la ventana de la recámara de Piro que por ahora está sola, así que nadie vio cuando ella entró y ya no supo salir, sé que creyó que la tela de alambre que cubre la ventana era una salida al exterior… lo sentí mucho, de veras.

Hubo otro gran acontecimiento este día, la mariposa grande color amarillo con negro que vino dos veces antes, llegó de nuevo hoy. La atrajo mi pensamiento o la pensé porque me avisaba que venía. Lo hizo esta tarde también y rápidamente abrí la llave de la manguera del patio para que hubiera agua si ella quería tomar; antes de entrar a casa vi cómo parecía beber de la punta de una rama alguna cosa, quizás néctar de azahar. Y no vino sola, una mariposa chica color amarillo tenue vino también, no sé si con ella o coincidieron aquí o se citaron aquí; Yo lo haría si fuera mariposa porque el patio está cubierto en sus dos lados por árboles, de uno el limón de la vecina y del otro los dos naranjos japonés (que uno de ellos, el nuevo, creímos que era limón colimón) y muchas macetas con árboles y flores.

En esta casa en donde solo vivo yo, por ahora, vienen con frecuencia varios bichitos, pajarillos, pajarracos y palomas. Casi les conozco el modo a cada uno. Por ejemplo, la paloma café llega a media mañana sin sonido alguno y empieza caminar por el patiecito limpio como buscando algún granito de arroz, yo creo que sabe que no hay ninguno aún, pero es su forma de decirme “hola dueña de mi papá palomo que ya murió, ya vine a comer” luego de caminar por el lugar y si no salgo a depositar un montoncito de arroz se sube a la bardita  y me mira, solo eso. Antier me quedé pensando que me enseña a ser paciente.

Lo que me llama la atención de paloma, a la cual le digo pollo (en honor  al nombre usado para todas las mascotas queridas, de cualquier especie) es que no ha traído a otra. No ha pasado la voz. Y eso me recuerda a su papá palomo que cuando le daba de comer poniendo su bocado en la barda, no comía de él inmediatamente sino que se pasaba un rato paseando en el techo desde donde observaba a los pájaros acercarse y a quienes no dejaba comer hasta que llegaba una paloma pequeña (parecida al actual pollo) a la que dejaba comer un poco y luego se acercaba a comer también él. 

Y las libélulas? Ah! Esa es otra historia para la próxima semana…

Gracias por esperarme y  volver a leerme, mi corazón no percibía nada, hasta ahora de nuevo que llega tan tranquilo a hacerse presente, pero que bueno que ya regresó.

2 comentarios:

  1. Rogelio Benavides Hernández --------@gmail.com 2:33 p. m. (Hace 0 minutos.)
    Te escribo para decirtes gracias porque me acordéde mi casa de cuando era niño y era fantástico ver las mariposas que en esa vez hace como 40 años había muchos más que las que ven mis nietos ahora; además de que me he salido unos momentos de las noticias de sucesos criminales y catástrofes. Un momento de respirar bien. Gracias Laura

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    1. Si esa es la intención, hacer nuestro mundo en ese mundo, saludos!

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