Cierto, la vida se hace en momentos…


Blog escrito por: Laura de Lunne

Enero 1° 2013

TERCER ESCRITO:

Somos la única chispa de luz, con vida propia, avancemos sin temor,

Hasta mañana!


lunes, 2 de diciembre de 2013

QUIEN MÁS QUIERES, ES QUIEN TE HACE SUFRIR




Quien más quieres, es quien te hace sufrir.
Esa persona a quien más quieres quizás tenga o no intención de hacerte sufrir, lo que sucede es que esas palabras o conductas que te hieren, entran directo a tu corazón porque a esa persona no le has puesto filtros para entrar en él. Como dicen, “tiene la llave de tu corazón”. Te has entregado a su amistad o cariño. Le has confiado una gran parte de ti mismo dándole facilidad y sinceridad en el trato como amigos o seres queridos. Creíste que no podría decepcionarte en esa muestra de confianza en la entrega de tu amistad.
Pero sufres. Y después del shock y la inmovilidad (o a veces la reacción violenta) empiezas a darte cuenta y a pensar “Apenas lo puedo creer, yo, que le di toda mi confianza…”
Y ante estos pensamientos es cuando llega el recuerdo de las enseñanzas que no has querido aprender:
El Desapego.
El darte cuenta de que no eres lo que otro piensa de ti.
Y que las oportunidades de aprender y superarte se presentan ante ti y puedes humildemente reconocerte en el señalamiento que han hecho de ti o puedes darte cuenta de que están equivocados al emitir en tu contra juicios o manifestar conductas que no debieran ser y entonces podrás conservar la tranquilidad y la paz porque estarás confiado en que los calificativos que te hirieron no te describen a ti y que las conductas que te mostraron fueron erróneas, pues tú no eres a quienes ellos juzgaron. Y puedes así seguir tu camino con tranquilidad y quizás apartado de ellos, los que no te conocen, porque cuando tú evolucionas habrá algunas personas con las que ya no sintonizarás porque tu frecuencia ahora es distinta. Has trascendido y por lo tanto, se acercará a ti otra gente de tu misma frecuencia con quien podrás volver a convivir.
Por eso dice Rene Mey: “Entiendo cada vez más, que cuando quieres aprender, recibes las pruebas exactas para permitirte avanzar, crecer, éstas pruebas nos permiten medir nuestras capacidades de análisis hacia el bien, hacia el mal. Pero que difícil a veces es vivirlas…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario